“ESFUERZATE Y SE VALIENTE”
TEXTO BIBLICO:
Josué 1:7
Solamente ESFUÉRZATE y sé muy VALIENTE,
para cuidar de hacer conforme a toda la
ley que mi siervo Moisés te mandó;
no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra,
para que seas prosperado en todas las cosas
que emprendas.
El análisis de este hermoso texto nos lleva
a comprender una Verdad profunda….
Que comienza con La Palabra:
1.-SOLAMENTE” En hebreo significa: ESTO ES LO ÚNICO QUE DEBES HACER”
2.-ESFUÉRZATE” En hebreo
Significa: afirmarse, fortalecerse,
ser fuerte, endurecerse interiormente.
No es solo esfuerzo físico, sino “determinación interna” resolución espiritual y mental para sostener el propósito de Dios Frente a cualquier oposición.
3.- “SE MUY VALIENTE”
En hebreo significa: ser decidido, ser muy
intrépido, ser intenso.
La frase completa se puede traducir
como: “SER INTENSAMENTE DECIDIDO”
Significado de estas tres palabras:
LO ÚNICO QUE DEBES HACER; ES SER INTENSAMENTE DECIDIDO EN OBEDECER LOS MANDAMIENTOS DE DIOS, PARA SER DIRIGIDO HACIA SUS PROMESAS Y TU PROVISIÓN…
Amados Hermanos en Cristo:
No hemos sido llamados a la pasividad.
El mandato “esfuérzate” indica que la Gracia de Dios,
Incluye nuestra participación. Sin dejarnos dominar por el miedo.
Dios invita a esforzarnos a confiar en su fidelidad.
Bíblicamente EL VALIENTE, es el que OBEDECE: aun en medio del temor, aun en medio de la oposición, aun en medio de la crítica, inclusive aun en medio de la guerra.
El llamado de Dios viene con desafío.
Se necesita fuerza para obedecer, no solo para pelear.
Muchos quieren autoridad “sin disciplina”.
La valentía espiritual consiste en no apartarse de la Palabra.
Ni a la derecha, ni a la izquierda.
El éxito en el Reino depende de obediencia.
EN CONCLUSIÓN….
Es un mandato de guerra espiritual.
Ser esforzado y valiente no es solo cuestión de ánimo…
es una decisión de vida, sostenida en obedecer la Palabra.
¡Aunque haya oposición!!
Porque La Tierra Prometida no se puede conquistar
con fuerza humana, sino solamente con la obediencia
valiente a la Palabra que Dios te mandó